¿son Muchos Los Extranjerismos Citados?

Recientemente, contamos con el estudio de Paredes (2005) que pone de
manifiesto las diferencias culturales que se producen entre grupos en relación
con la presencia de unidades léxicas. Las investigaciones referidas a la psicolingüística y la organización del
lexicón mental más reseñables son: Cañizal Arévalo (1991), Mª Victoria Galloso
(1998 y 2002a y 2002b), A. Valencia y M. S. Echeverría (1999), Natividad
Hernández (2004), y el estudio realizado por Paredes (2006).
Del mismo modo, se pueden aplicar estos estudios de disponibilidad a la
semántica para observar los cambios semánticos sufridos por ciertos vocablos
que van modificando su significado de forma inconsciente en los hablantes, u
otros fenómenos semánticos como las relaciones de sinonimia, antonimia,
homonimia, hiponimia, hiperonimia, etc. Igualmente, J. A. Samper (1999) compara en su estudio
los léxicos disponibles de Puerto Rico y Gran Canaria demostrando también un
alto grado de coincidencia entre ambos léxicos. Estos estudios comparativos diatópicos
cuenta con cierta tradición; muestra de ello son los estudios de López Chávez
(1992 y 1995) que elabora un análisis comparativo entre los léxicos disponibles
de Madrid, Puerto Rico, Las Palmas de Gran Canaria y la República
Dominicana con el fin de observar el grado de coincidencia entre esas
variedades de español y comprobó que la coincidencia era baja, a diferencia de
la investigación llevada a cabo por O. Alba (1998 y 2000) entre los datos de la
República Dominicana, México, Puerto Rico, Madrid y Concepción en los que la
convergencia era mayor.

Golden State Warriors Courtside Men's Nike NBA Fleece Pants. Nike.com Interesantes son los resultados de la investigación de
Carcedo (2000) en la que compara los veinte primeros vocablos de los listados
de Cádiz, Madrid, Zamora, Chile, Puerto Rico y República Dominicana y los
recogidos entre los alumnos finlandeses estudiantes de español como L2,
poniendo de manifiesto que la preferencia de uso de un léxico frente a otro hay
que relacionarla con factores culturales, económicos, geográficos, etc. Por lo dicho, en nuestro trabajo, como en la mayoría de los trabajos
publicados, existe un apartado con el análisis de los resultados atendiendo a las
variables sociológicas. Los resultados son susceptibles de ser alterados en el mismo momento
en el que el estímulo deja de ser una palabra y pasa a convertirse en un
grupo de ellas. Aplicar todo esto a la enseñanza sería un gran logro ya que, como explican
Carrera de la Red y Bradley (2004: 28): “Nos interesa ver los procesos de
adquisición de un lengua; sería oportuno saber qué recursos hay que emplear
para que un alumno incorpore una palabra a su lexicón mental”. 26

Muy útil resulta para este fin tener en cuenta el índice de cohesión14 de los
centros de interés para conocer cuál es el tipo de relación que existe entre las
palabras que se asocian en nuestra mente.

Estos estudios se centran, por un lado, en fijar el tipo de asociaciones
léxicas que el hablante establece al ser estimulado con un centro de interés. En los últimos años, han sido muchos los libros, artículos, etc., que
analizan la aplicación de la disponibilidad léxica en la sociolingüística, en
concreto, aquellos que se encuentran en zonas bilingües o de contacto de
lenguas como: Etxebarría (1996), País Vasco; Gómez Molina y Gómez Devís
(2004), Valencia; Serrano (2006), Cataluña; Ayora (2006), Ceuta; Escoriza (2007),
Gibraltar; Fernández Smith, G., Rico A., Molina M.J. Pues bien, como expone Gómez Devís (2004), los trabajos iniciales en esta
disciplina sólo pedían una palabra como reacción y creían que las conexiones
léxicas se creaban a base de hábitos, del tipo playa y arena, médico y paciente. Los hablantes tienden a seleccionar elementos del mismo campo léxico
de la palabra original: asociaciones léxicas, morfoléxica, hiperonimia, etc. 22

En nuestro país es poco lo que se ha investigado relativo a esta cuestión:
López Morales y García Marcos (1995) y J. A. Samper y C. E. Hernández (1997)
plantean la posibilidad de servirse del léxico disponible como medida de
diferencias culturales.

Es un documento auditivo, que una vez escuchado73, procederemos a
realizar unos sencillos ejercicios de comprensión lectora con nuestros alumnos
(respuestas cortas, verdadero-falso, etc.). Este índice se obtiene dividiendo el promedio de respuestas por sujeto en cada
centro de interés entre el número de palabras diferentes de ese centro; es decir, analiza el grado
de coincidencia entre las respuestas de los informantes. El gran número de
diccionarios, la elaboración de manuales de segunda lengua y lengua extranjera

14 El índice de cohesión nos da información sobre el carácter cerrado o abierto de los centros de
interés, ya que mide el grado de coincidencia en las respuestas de los encuestados para un
mismo estímulo. Se pueden analizar las
diferencias entre varias comunidades y zonas geográficas desde el punto de
vista etnolingüístico gracias a la información cultural que se desprende de los
listados léxicos. Un ejemplo de estos estudios
semánticos es el realizado por Sánchez-Saus (2011) analiza las asociaciones que
tienen lugar en los centros de interés desde el punto de vista de la semántica
estructuralista. Entre los trabajos más recientes,
destacamos los siguientes: Samper y Hernández (2006), Arnal Purroy (2008),
Bartol (2008) y Trigo (2011).
En cuanto a la psicolingüística, encontramos estudios que analizan el
léxico disponible para indagar en la estructura y organización del lexicón
mental13.