Remitimos a las últimas investigaciones de Sánchez
Corrales y Murillo (2006), para Preescolar; Prado y Galloso (2008), en Primaria;
Paredes (2001), en Secundaria; Prado, Galloso y Vázquez (2006), en Secundaria;
Samper Hernández (2009), en Primaria y Secundaria; así como Borrego y
Fernández Juncal (2003), en la etapa universitaria. Son varias las razones que nos han llevado a escoger esta etapa educativa
como objeto de nuestro análisis. 146
Veamos ahora cuáles son las veinte unidades léxicas más disponibles en
cada estudio:
CEUTA MÁLAGA SANTANDER ALMERÍA66 GALICIA
1 Barco Ola Barco Barco Barco
2 Pez Barco Caña Agua Pez
3 Roca Pez Tiburón Tiburón Agua
4 Tiburón Arena Ola Ballena Ola
5 Agua Agua Pez Arena Arena
6 Patera Sal Red Sal Playa
7 Ola Alga Sardina Pez Alga
8 Arena Playa Lubina Alga Tiburón
9 Alga Roca Pescador Ola Roca
10 Ballena Tiburón Merluza Pescador Sal
11 Sal Ballena Agua – Ballena
12 Delfín Orilla Ballena – Delfín
13 Piedra Azul Pulpo – Red
14 Playa Coral Anzuelo – Lancha
15 Pulpo Velero Salmón – Marea
16 Red Espuma Playa – Azul
17 Calamar Mar Cangrejo – Estrella
(de mar)
18 Cangrejo Pescador Alga – Mejillón
19 Pescador Delfín Almeja – Pescador
20 Lancha Marea Arena – Pesca
66 Sólo podemos presentar las diez primeras unidades léxicas puesto que en el libro publicado sobre
Almería no aparece el diccionario de disponibilidad pero sí un estudio sobre los resultados obtenidos.
O el pantalón del tipo «jegging» de nuevo de sarga, y que cuenta con estampados muy de estilo «años 70» y en colores tan lindos como el azul. Se intentó buscar la proporción de la distribución entre centros
educativos del centro ciudad y periferia, públicos y privado-concertados, pero
no ha sido tarea fácil y siempre hay desajustes. Los muebles de la casa
Nuevamente los informantes no se han ceñido al enunciado del centro de
interés en sentido estricto y volvemos a encontrar problemas de dispersión. 30
En segundo lugar, encontramos varios estudios referidos al análisis de los
errores ortográficos de los informantes en las encuestas. Bartol (1998) coteja los datos sobre los
anglicismos de la República Dominicana con los de Zamora y más
recientemente, podemos citar los últimos análisis de Paredes (2001), Carrera de
la Red y Bradley (2002), Bartol (2005), González y Orellana (2006), Bellón (2007),
Castañer (2008), Casanova (2008), Prado (2008), etc.
No obstante, como apunta López Morales (1999: 25-26) los campos abiertos o
difusos son también de gran interés, porque aportan datos relevantes sobre la
relación mental que surge con los vocablos que no pertenecen a priori al campo
solicitado. En concreto, a esta disciplina le
interesan en particular los campos cerrados o compactos porque presuponen
una relación más estrecha entre el lugar de aparición en las listas y los vocablos. Surge la necesidad de elaborar una reflexión sobre los centros de interés
que proponemos a los informantes, ya que, en ocasiones, resultan
universalistas y amplios como señala Gallison (1991). Se cuestiona la
presencia de algunos centros de interés que han dejado de ser actuales y
habituales en el uso de la lengua de los estudiantes de hoy en día como
pueden ser: calefacción e iluminación, trabajos del campo y del jardín,
etc. La propuesta pasa por incorporar nuevas áreas temáticas más
cercanas al entorno y realidad de los informantes, tales como: la familia,
los sentimientos, la enfermedad, el tiempo libre, la moda, el deporte, la
salud, las compras, etc.
Del mismo modo, también han aumentado considerablemente en los
últimos años las investigaciones del léxico disponible aplicado a la lengua
extranjera y es que podemos extraer conclusiones acerca de los procesos de
transferencia e interferencia, de análisis de errores, de asuntos como la
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interlengua, de los mecanismos de creación de léxico en la L2, etc. En ese entramado de asociaciones que el usuario de la lengua genera, como
señala Gómez Devís (2004), podemos considerar, especialmente, las siguientes:
a) Relaciones paradigmáticas:
– Relaciones asociativas por el significante: por la misma raíz (papel,
empapelar, papelería) o por la rima (enseñanza, balanza, lanza)
– Relaciones asociativas entre los significados: analógicas (enseñanza,
educación) y ontológicas (escuela, alumno, profesor, aula)
– Relaciones semánticas: polisemia, sinonimia, antonimia, hiperonimia… Las investigaciones referidas a la psicolingüística y la organización del
lexicón mental más reseñables son: Cañizal Arévalo (1991), Mª Victoria Galloso
(1998 y 2002a y 2002b), A. Valencia y M. S. Echeverría (1999), Natividad
Hernández (2004), y el estudio realizado por Paredes (2006).
Del mismo modo, se pueden aplicar estos estudios de disponibilidad a la
semántica para observar los cambios semánticos sufridos por ciertos vocablos
que van modificando su significado de forma inconsciente en los hablantes, u
otros fenómenos semánticos como las relaciones de sinonimia, antonimia,
homonimia, hiponimia, hiperonimia, etc.
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